Mirá la ciencia que hacemos, también en redes sociales y en pandemia

El sábado 23 de mayo, al final de la tarde, la cuenta de Instagram @mujeresencyt hizo su primera transmisión en vivo. Fue más de una hora de intercambio entre seis científicas y el público, en el que se visibilizó el trabajo de mujeres que hicieron y hacen ciencia.

Con la conducción divertida e informada de Nadia Chiaramoni, se turnaron para tomar la palabra Sandra Goñi, Laura Trebucq, Laura Carbajal y Danay Valdez, todas investigadoras de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) e integrantes de “Mujeres en CyT”. Desde el otro lado del Río de la Plata, se sumó al encuentro la bioquímica y especialista en comunicación de las ciencias, Ana Zambrana. Entre todas, compartieron fragmentos y datos inspiradores sobre pioneras como Françoise Barré-Sinoussi, Cecilia Grierson, Elvira Rawson y la uruguaya Esmeralda Mallada.

En mayo de 1983, la viróloga Barré-Sinoussi protagonizó el trabajo científico que describió el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), contó en el primer turno de pantalla y palabra Goñi. Por eso, el quinto mes del calendario “Mirá la ciencia que hacemos” que el grupo “Mujeres en CyT” desarrolló para 2020, está dedicado a esta científica francesa.

Goñi, quien además dirige el Laboratorio de Virus Emergentes e integra el equipo que diagnostica Covid-19 en la UNQ, destacó que en los ‘80, cuando la pandemia del VIH era un estigma y la población más vulnerable al virus era perseguida, Françoise salió del laboratorio y conectó con el sufrimiento humano. Además, “en 1985 viajó a África y se dio cuenta de la dimensión del problema.” La científica de la UNQ también remarcó que si bien “en estos 37 años [desde que se identificó el VIH] se avanzó mucho y cambió el enfoque de la enfermedad, no hay que descuidar el tratamiento, la prevención y el derecho de las personas.”

Para cerrar su intervención, Goñi hizo referencia a las teorías conspirativas que señalan que el SARS-CoV-2 es un diseño de laboratorio (algo que también se dijo en su momento sobre el VIH), y advirtió que “es necesario prestar atención a la información confiable de los organismos públicos que nos cuidan”.

Con la sala virtual colmada y el atardecer en progreso, llegó el turno de recordar a la primera médica argentina, Cecilia Grierson, de la mano de la doctoranda Laura Trebucq. Grierson se graduó a fines del siglo XIX, cuando solo los hombres gozaban de derechos civiles y las mujeres eran consideradas incompetentes. Si bien nuestra pionera en medicina quiso ser cirujana, le permitieron ejercer obstetricia y pediatría por ser profesiones asociadas al mundo femenino. Así fue que Grierson hizo el primer parto por cesárea en Argentina.

Trebucq también destacó las conquistas institucionales que impulsó la médica argentina, plasmadas en la creación de la Asociación Médica Argentina, la Escuela de Enfermeras del Círculo Médico Argentino (primera en la región), el Consejo Nacional de Mujeres y la Asociación Obstétrica Nacional, entre otras.

Se cumplía la hora de encuentro y la audiencia continuaba firme, cuando ingresó la investigadora sobre género, Laura Carbajal, para repasar las olas feministas y algunas conquistas asociadas como el derecho al voto, a la educación y la llegada de la píldora anticonceptiva. Carbajal también recordó que “el VIH tiene género”, en referencia a la desprotección y desventajas de las mujeres que viven con el virus. Además, alertó sobre las batallas que el feminismo latinoamericano aún tiene por delante respecto a los privilegios de los hombres, el aborto legal, los estereotipos y la invisiblidad de mujeres científicas y tecnólogas de hoy y de ayer.

Luego de un imprevisto técnico mínimo, surfeado con el humor imbatible de la anfitriona, luz y micrófono se encendieron para la investigadora quilmeño-caribeña, Danay Valdez, quien recuperó mensajes de Barré-Sinoussi sobre la perseverancia y fuerza necesarias para ser mujer y hacer ciencia con conciencia social. También citó los llamados de la científica francesa a trabajar juntos como respuesta para los problemas mundiales de salud, y a acercar políticos y científicos para consensuar prioridades. “Una ecuación que nuestro país está siguiendo al pie de la letra”, sostuvo Valdez en referencia a la Argentina.

El cierre del encuentro rioplatense lo hizo la multifacética científica, Ana Zambrana, desde Montevideo. Recuperó el homenaje que Bardo Científico, el grupo de humor sobre ciencias que integra, rinde a científicas de todos los tiempos. Por ejemplo, a Esmeralda Mallada, fundadora de la Asociación de Aficionados a la Astronomía de Uruguay y homenajeada por la NASA con un asteroide bautizado con su nombre.

Para terminar, como en los recitales, el público pidió más temas -la historia de Julieta Lanteri y Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas, entre otros- que quedaron agendados para la siguiente tertulia. Y Chiaramoni cerró el encuentro con una frase de Elvira Rawson para recibir la noche con música para los oídos: “no somos tan pocas ni estamos tan solas.”

*Por María Eugenia Fazio, docente investigadora de la UNQ.

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